La versión ajena
- Stefania Lugo
- 13 oct 2016
- 2 Min. de lectura

Dani, este probablemente ya es el quinto intento, el tercer lápiz y más de la mitad de un borrador que uso y es porque por algún motivo las palabras no me salen. No quiero angustiarte, pero tampoco quiero mentirte, ya que supongo que aunque te diga que todo está bien, las noticias hablan con más seguridad que yo.
Últimamente, perpleja, escucho los bombardeos a diario y tengo que suponer tener una curva en mi cara que curiosamente las personas llaman sonrisa, solo para mostrar a mi país que estaremos bien y que saldremos victoriosos.
Pero es uno de los comportamientos humanos que más me disgustan, que las enfermeras que atienden a los soldados que dan sus últimos suspiros, con balas en sus cuerpos o son parte de ese tercio de personas infectados por la epidemia de la gripe española sonrían, con todo esto en sus mentes simplemente vayan sonriendo por toda la ciudad. ¿Cómo logran hacerlo?
¿ Cómo logran ignorar el ruido en las calles, los gritos en sus oídos y la sangre en sus ojos?
¡Cómo mujeres pueden estar centrando su mirada hacía una revista en donde no dice que país lleva la delantera, o el nombre de los soldados que siguen vivos, o el nombre de aquellos que fallecieron!
¡Cómo logran enfocar su concentración en Vogue, Harpers Bazaar´s, Gazette du Bon Ton o miles de revistas más que centran su investigación en el último grito de la moda y no en el último latido del corazón de un valiente soldado!
Tu me conoces y puede que sí, tal vez yo sea una mujer más sensible, con una mayor cantidad de hormonas al de el resto de las mujeres de mi alrededor, y pinte esta situación con tres capas más de oscuridad, pero cómo no hacerlo, cuando sufro a diario por la ausencia de mi esposo.
Pero por ahora, no mal gastaré mi tiempo pensando, y es que la verdad prefiero utilizar mi tiempo en ayudar a los hombres que arriesgan sus vidas para que nosotras hagamos algo productivo con las nuestras.
Para mi ignorar los hechos no es una opción y es que Dani como es posible no tener una fuerte posición al respecto, o infinitas ganas de ayudar cuando algo tan impactante está pasando.
Y entonces cuando salgo a las calles me dan ganas de gritar mujeres, basta, de ignorar, basta de perder el tiempo leyendo las nuevas tendencias y siguiendo campañas de ¨ nosotras podemos hacerlo¨ y vamos y hagámoslo.
Perdón creo que me extendí, pero era necesario que me desahogara con alguien como tú.
No quiero que te preocupes por mi, yo seguiré estando bien.
Ahora cuéntame ¿tú cómo estás?
¿ Cómo viven la guerra en Alemania?
Ich hoffe alles ist gut.
Habe dich lieb Schatzie.
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