La tímida mujer
- Stefania Lugo
- 24 nov 2016
- 2 Min. de lectura

Cuenta que va como mínimo cinco veces al baño en el día. ¿Que persona tan extraña dice eso en una entrevista?, aunque no debería ser de sorprendernos. Las personas más creativas tienden a ser las más extrañas, por mi parte amo remojar las oreo en un vaso de agua hasta que queden tan suaves como un algodón de azúcar, pero bueno aquí no estamos para juzgar a nadie.
Carine Roitfeld con su mechón en la cara, tapando un pedazo de su rostro y junto a este su timidez muestra su talento en diferentes medios en la industria de la moda.
La ex editora de Vogue París que logró crear un imperio francés que seguía cada uno de sus pasos y movimientos. Es que desde que comenzó en el mundo era una diva, en especial la diva de Tom Ford para sus campañas de los 90´s, lo que le permitió adentrarse en el mundo de la moda, con un camino derecho y estrecho rumbo a las estrellas, si estrellas como las del cielo, brillantes pero no eternas.
No eterno, pues su trono en el escritorio de Vogue, no lo fue, al igual que su juventud, a tal medida que busca pequeños detalles del día a día que la hagan sentir revitalizada, como su celebre mantra; ¨para permanecer jóvenes hay que rodarse con jóvenes.
Aunque su temor a envejecer y su ocupada vida no le impidió tener una familia y si que admiro a una persona que logra sacar el tiempo para llevar a su pequeña hija a clases de violín los sábados a las 6 de la mañana, bueno, la verdad es que en general admiraría a cualquier persona que se despierte a las 6am, pero hoy la atención está en Carine Roitfeld así que admirémosla a ella.
Hasta Karl Lagerfeld al salir de un desfile la felicitó no solo por su buen trabajo como estilista y editora, sino de su trabajo como madre y no es solo por congraciarme con Lagerfeld, porque de igual manera el no verá esto y no porque no sea lo suficientemente bueno sino porque no lo entenderá, no habla español.
Aunque en lo personal hay otros aspectos de su comportamiento que me llaman más la atención, como la orden que da en su oficina de no usar vasos plásticos para ayudar al medio ambiente, o su inconformismo con la lentitud que crece su cabello, o aún mejor, su adicción secreta al gelato de nocciola, estas cosas de seguro me hacen sentir que ella es una de las mías.
Comments